viernes, 9 de noviembre de 2007

COLORANTES Y ADITIVOS ALIMENTARIOS AGRAVAN LA HIPERACTIVIDAD INFANTIL

Presentes en refrescos y dulces, los niños que los consumen muestran un comportamiento bullicioso y desordenado.

Los colorantes y aditivos artificiales utilizados habitualmente en productos alimenticios infantiles exacerban la hiperactividad en los niños, incluso en aquellos que no sufren ese trastorno, según un artículo publicado hoy en la revista médica The Lancet.

Un grupo de científicos de la Universidad de Southampton (sur de Inglaterra) estudiaron los efectos de los aditivos en las alteraciones del comportamiento infantil en un grupo de casi 300 niños, 153 de ellos de 3 años y otros 144 de 8 y 9. A los niños se les dieron en unos casos dos mezclas de bebidas distintas que incluían diferentes aditivos y en otros, un placebo.

Entre esas sustancias figuraban el conservante benzoato de sodio (E211), utilizado en refrescos como Pepsi Max, Fanta o Sprite, y los colorantes artificiales E110, E102, E122, E124, E129 y E104, presentes en muchos caramelos y dulces consumidos diariamente por los niños británicos. Por ejemplo, el E110 se utiliza en los aperitivos de maíz Doritos y el E122 en la Fanta.

No se trata de la primera investigación que establece vínculos entre los aditivos y la hiperactividad en los menores, pero su importancia estriba en que en esta ocasión se ha estudiado a niños de más de tres años y no todos con ese trastorno de conducta. Los expertos detectaron indicios de hiperactividad en los niños que habían consumido las bebidas que incluían aditivos, como un comportamiento bullicioso, pérdida de concentración, incapacidad para jugar con un solo juguete o completar una tarea y mayor locuacidad.

La mezcla A, que incluía mayores niveles de aditivos, causó "significativos efectos adversos" en todos los niños de tres años, quienes, sin embargo, reaccionaron de forma más variable a la mezcla B, que contenía la media diaria de aditivos que consumen los niños británicos. Los niños del grupo de mayor edad mostraron un significativo efecto adverso cuando tomaban una u otra combinación.

Advertencia a los padres

La Agencia de Control Alimentario británica (FSA) ha rechazado los llamamientos a la prohibición de esos aditivos, pero ha lanzado una advertencia a los padres sobre los riesgos de esos ingredientes si sus hijos muestran indicios de hiperactividad. La FSA asegura que corresponde a las autoridades de la Unión Europea legislar sobre esos aditivos.

En la presentación de los resultados del informe, el director de la investigación, Jim Stevenson, ha considerado que podrían tomarse medidas rápidas contra los colorantes artificiales, pero que llevaría más tiempo ir eliminando el uso del benzoato de sodio como conservante. El negocio mundial de aditivos está valorado en más de 25.000 millones de dólares anuales, según el diario británico The Guardian.

Fuente: ElPais.com / EFE

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jueves, 8 de noviembre de 2007

CADA HORA DE TELEVISION VIOLENTA MULTIPLICA POR TRES LA AGRESIVIDAD DE LOS NIÑOS

  • Según un estudio realizado en EE UU con 330 niños.
  • Las niñas, viendo la misma tele violenta, no se hacen agresivas.
  • Cuanto más pequeños, más probable es que los impulsos violentos se queden grabados.

Los niños que ven televisión violenta tienen muchas más posibilidades de ser agresivos en su infancia y adolescencia, según un estudio del Seattle Children's Hospital Research Institute hecha pública este lunes.

En concreto, por cada hora de televisión violenta los niños triplican sus posibilidades de desarrollar conductas violentas, según esta investigación realizada en EE UU sobre 330 niños de 2 a 5 años.

Por el contrario, las niñas que estuvieron sometidas a los programas no desarrollaron ningún c0mportamiento violento.

"Los niños no saben distinguir entre la fantasía y la realidad y los dibujos les enseñan que la violencia es divertida", asegura Dimitri Christakis, autor del estudio. La agresividad, que se queda grabada sobre todo en edades tempranas, se desarrolla después entre los siete y los diez años, con repercusiones en la adolescencia de los niños.

En España el debate de la violencia infantil y juvenil se ha intensificado, sobre todo a partir de casos como el del niño de 14 años que recibió una paliza de sus compañeros, que lo grabaron en el móvil.

Fuente: 20minutos.es

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